lunes, 2 de noviembre de 2020

Equivalencia ricardiana

 Equivalencia Ricardiana es una teoría económica que sugiere que cuando un gobierno aumenta los gastos financiados con deuda para tratar de estimular la demanda, la demanda en realidad no sufre ningún cambio.

Esto se debe a que incrementos en el déficit público conllevarán mayores impuestos en el futuro. Para mantener su patrón de consumo estable, los contribuyentes van a reducir el consumo y aumentar su ahorro para poder compensar el coste de esa futura subida de impuestos.

Si los contribuyentes reducen su consumo y aumentan sus ahorros en la misma cantidad que la deuda que debe devolver el gobierno, no se produce ningún efecto en la demanda agregada.

El concepto fundamental de la equivalencia ricardiana es que no importa el método que el gobierno elija para aumentar el gasto, si emitiendo deuda pública o mediante impuestos (aplicando una política fiscal expansiva), el resultado será el mismo y la demanda se mantendrá sin cambios.

Esta teoría fue desarrollada en el siglo XIX por David Ricardo, de ahí su nombre. Años más tarde, el profesor de Harvard, Robert Barro, implementaría las ideas de Ricardo en versiones más elaboradas.

Críticas a la equivalencia ricardiana

Las principales críticas a esta teoría se deben a las suposiciones poco realistas sobre los que se basa la teoría. Entre estos supuestos se encuentran:

  • Existencia de mercado de capitales perfecto.
  • Capacidad de los individuos para prestar y ahorrar siempre que quieran.
  • Los individuos están dispuestos a ahorrar para prevenir un aumento de impuestos futuros. Incluso, aunque estos no lleguen a afectarles nunca.

Por otra parte, la teoría de David Ricardo es contraria a las teorías más populares de la economía keynesiana.

Para que se cumpla la equivalencia ricardiana deben observarse supuestos teóricos muy restrictivos, que probablemente no tendrán lugar en un contexto realista de cómo funcionan las economías y cómo actúan los agentes económicos. A continuación se presentan los más importantes:

Horizonte temporal

Los agentes toman sus decisiones de consumo contemplando un horizonte temporal finito. Sin embargo, la restricción presupuestaria intertemporal que tiene que satisfacer el gobierno —la razón por la que a una deuda mayor hoy le seguirán impuestos más altos en el futuro— tiene un carácter más bien asintótico: su horizonte temporal puede considerarse infinito, o al menos superior al horizonte con que plantean sus decisiones de consumo los agentes que se están beneficiando de la reducción de impuestos. Esta no coincidencia anula en principio el teorema de equivalencia ricardiana, salvo que se incorporen otros supuestos adicionales.

Altruismo generacional

Para solventar el problema anterior puede plantearse que existe algún tipo de transferencias patrimoniales intergeneracionales, a partir de las herencias, o simplemente que los consumidores actuales incluyen el bienestar de las generaciones futuras en su propia función de utilidad. Sin embargo, este altruismo intergeneracional puede no producirse en muchos casos (por ejemplo, familias sin hijos) y existe una probabilidad positiva de que los individuos mueran antes de que puedan hacer frente a todos los impuestos que el nivel de deuda actual requiere.

Tipos de interés y tipos de descuento

Cuando se comparan los impuestos futuros con el consumo actual se utiliza alguna tasa de descuento para medir la preferencia intertemporal. Para que se cumpla la equivalencia ricardiana, esta tasa debe ser igual al tipo de interés de la deuda pública (que determina el incremento futuro de los impuestos). Si fueran distintas, a los agentes podría convenirles gastar ahora con el "crédito" que supone el aplazamiento de los impuestos.

Impuestos no distorsionantes

Uno de los supuestos que formula Barro es el de que los impuestos son de suma fija o no distorsionantes (es decir, no afectan a los incentivos de los agentes económicos para producir, consumir y ahorrar). Sin embargo, la mayoría de impuestos "reales" incumple este supuesto, por lo que un cambio en su magnitud sí estaría afectando a las decisiones de los agentes. Por otro lado, las cargas fiscales dependen de las circunstancias de los individuos en cada momento del tiempo —renta, riqueza, tamaño de la familia, por lo que los impuestos que se pueden anticipar dependen de las expectativas sobre los cambios futuros que puedan producirse en estas circunstancias y con la legislación tributaria.

Restricciones de liquidez

Este argumento hace referencia a aquellas personas con una renta disponible reducida en la actualidad, pero con buenas expectativas respecto a sus ingresos futuros. Lo más probable es que esta persona quiera endeudarse ahora y consumir a crédito, aunque en el futuro deba consumir por debajo de su renta disponible, pagando el tipo de interés de mercado. Ahora bien, este tipo de agente puede verse enfrentado a un problema de restricción de liquidez: no hay crédito disponible para financiar sus planes de consumo, o lo hay a un tipo de interés mucho mayor que el tipo de interés de la deuda. En este caso, incluso aunque el agente fuera completamente "ricardiano" y percibiera la necesidad de pagar más impuestos en el futuro, la bajada de impuestos de hoy sería una forma de salvar su imposibilidad de acceder al crédito en condiciones normales.

Los trabajos empíricos para verificar el teorema de equivalencia ricardiana son muy numerosos y obedecen a metodologías muy distintas. En general, el debate no ha sido concluyente, obteniéndose en muchos casos resultados contrarios: el déficit público sí ha generado efectos expansivos sobre la demanda agregada. En definitiva, esto dependerá del grado en que se cumplan en cada realidad concreta el conjunto de supuestos que se han mencionado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

calificadoras de riesgo en la economía

 1. ¿Que es una calificadora de riesgo y cual es su función en el mercado?  Es una sociedad cuyo objeto social exclusivo es la calificación ...